El asado de cordero patagónico es otro clásico de la gastronomía local. Este plato también puede prepararse a la parrilla, a la plancha o al horno, y normalmente se sazona con un delicioso adobe hecho de aceite con ajo, perejil, ají molido y vino blanco.
Pero veamos 2 técnicas en las cuales a todo gran asador le gusta lucirse y nos gustaría saber quien de nuestros seguidores a realizado esta experiencia y cual ha sido el resultado de la misma.
Técnicas:
Cordero a la parrilla - Los renombrados corderos patagónicos son los mejores para poner a la parrilla. Pero los corderos comunes y aún grande son siempre de un sabor suave y tiernos.
Ingredientes - Un cordero de 8/10 kilos, un adobo compuesto de 100 cc. de aceite, 100 de vino blanco, ajo y perejil, sal, ají molido picante.
Preparación - Previa puesta a la parrilla, se adoba íntegramente el cordero frotándolo con el aliño preparado con anticipación. Se coloca primero con la parte de las costillas mirando el fuego que debe ser suave en esta parte y un poco mas fuerte bajo las parte mas carnosas. La cocción es larga y paciente primero de un lado y después del otro. Debe quedar con el costillar bien crocante y con la carne de los cuartos desprendiéndose de los huesos. Se calcula una cocción total de una tres horas.
Ingredientes - Un cordero patagónico de 9 hasta 11 kilo di peso. El adobe de su preferencia: aceite con ajo, perejil, ají molido...romero y sal, o simplemente sal.
Preparación - La técnica para asar es la misma que la del costillar o lechón al asador, manteniendo las brasas, sacada de una gran hoguera, a una distancia de un metro o más, de manera que en un tiempo entre 2 o 3 horas, dependiendo de los factores climáticos de aquel momento, el cordero esté listo y crujiente para servirlo. Una manera "amigable" para polemizar sobre el cordero, a la hora de comerlo, es colocarlo sobre una mesa y que cada uno "chimanguee" con sus herramientas (tenedor y cuchillo) sacando la presa que con un tanto de inmoderación le está apeteciendo. Amén de la largas evaluaciones sobre la cocción, el gusto, la suavidad, la ternura... y la desaparición total del considerado animal de la mesa y a disfrutar de una excelente comida.
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